El Perfil Ambiental de Euskadi 2023 analiza los efectos del cambio climático y la presencia de zonas verdes urbanas en la salud de la población

01/07/2024

El informe publicado recientemente por Ihobe monitoriza los principales determinantes ambientales en la salud: calidad del aire, productos químicos, cambio climático, ruido ambiental, zonas verdes urbanas, calidad del agua y suelos contaminados.

El reciente Perfil Ambiental de Euskadi 2023, elaborado por Ihobe, revela datos sobre los efectos del cambio climático en la salud de la población vasca. Este documento, basado en un cuadro de mando de 18 indicadores, monitoriza los 7 determinantes ambientales más relevantes en la salud, entre los que destacan el cambio climático y las zonas verdes urbanas.

Cambio climático

Aumento de fenómenos meteorológicos extremos

Los principales resultados del perfil de salud y medio ambiente de Euskadi constatan que fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático como las olas de calor han mostrado un incremento significativo en Euskadi desde 1971. Concretamente, su número ha aumentado a un ritmo de 0,4 eventos por década, registrándose 4,8 olas de calor en 2022, lo que equivale a casi el doble respecto al promedio histórico. En cuanto a su duración, si bien la serie temporal anual analizada no muestra una variación significativa, la ola de calor más larga en el conjunto de Euskadi en 2022 alcanzó los 8,9 días, cifra que constituye el tercer valor más alto desde al menos 1971. Además, las noches tropicales, definidas como aquellas en las que la temperatura mínima no baja de los 20ºC, han mostrado una tendencia creciente significativa de 0,2 noches/década, afectando principalmente a las áreas metropolitanas de Bilbao y Donostia/San Sebastián. En el lado opuesto, en 2022, Euskadi registró 20,6 días de olas de frío, el quinto valor más alto desde 1971.

Impacto en la salud de la población

Estos cambios climáticos tienen un impacto directo en la salud de la ciudadanía. En 2022, se atribuyeron 171 muertes en Euskadi a las variaciones extremas de temperatura, siendo las olas de calor, en particular, el fenómeno meteorológico extremo más mortífero en Europa.

El cambio climático también está asociado con el incremento de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y neurológicas, agravando condiciones preexistentes y reduciendo la calidad del aire y del agua. Además, las olas de frío también pueden provocar cuadros de hipotermia y congelación, debilitar la respuesta inmunitaria y agravar enfermedades crónicas.

Amenaza de las especies invasoras

El aumento de la temperatura global, junto con otros factores derivados del cambio climático, tiene incidencia tanto en la expansión de numerosas enfermedades que antes sólo se daban en climas más cálidos o tropicales como en el impacto que tienen vectores transmisores de enfermedades producidos por especies invasoras. Los mosquitos del género Aedes spp. y las garrapatas, por ejemplo, representan un riesgo para la salud pública por ser vectores de enfermedades, habiéndose identificado en Euskadi 21 especies de mosquitos y 19 de garrapatas, con un aumento en la actividad de estos vectores debido al incremento de las temperaturas.

Necesidad de medidas urgentes

Según resalta el informe, para moderar los impactos del cambio climático en la salud, es crucial implementar medidas de adaptación y mitigación que aborden tanto los efectos directos como indirectos del cambio climático en la salud pública. En este sentido, es necesario mejorar los estándares ambientales en las zonas urbanas para reducir la carga de enfermedades y cumplir con los objetivos de calidad del aire. Además, se deben desarrollar estrategias para gestionar el riesgo asociado a las olas de calor y frío, y para controlar la proliferación de especies invasoras. También incide en la importancia de seguir avanzando en políticas ambientales que mejoren la salud pública, y en estudios específicos para determinar las cargas de mortalidad y morbilidad causadas por determinantes ambientales en Euskadi.

Zonas verdes urbanas

Acceso a áreas verdes en las ciudades

El informe destaca que Euskadi presenta una sociedad marcadamente urbana y señala a las ciudades como el entorno clave para el impulso de la sostenibilidad y el bienestar social. Dichos grandes núcleos urbanos, sin embargo, tienen mayores concentraciones de vehículos, generadores de mala calidad del aire y mayor ruido ambiental, lo que sumado al efecto isla de calor y una menor proporción de arbolado y espacios verdes conduce a peores resultados y un ámbito prioritario de trabajo para la creación de entornos saludables. En ese sentido, entre las recomendaciones que recoge el informe, destaca la importancia de las zonas verdes, especialmente importante para las poblaciones socialmente desfavorecidas, los niños y niñas, y las personas ancianas. En la actualidad, el 94% de la población vasca cuenta con acceso a menos de 300 m de su vivienda a zonas verdes urbanas de al menos 1.000 m2, y, en general, la mayoría de los municipios superan los 10-15 m2 de zona verde por habitante (valor mínimo y recomendado por la OMS, respectivamente), aunque existen varios municipios de tamaño medio y grande, como Bilbao (8,1 m2/hab.), que aún deben mejorar.

Beneficios de las zonas verdes

Pasar tiempo en entornos naturales de alta calidad fomenta la buena salud y el bienestar. Es más, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, cada aumento del 10% en la exposición a espacios verdes está asociado con una reducción de enfermedades equivalente a un aumento de cinco años de esperanza de vida. En términos de resultados específicos, la exposición a entornos naturales se asocia con una mejor salud mental y función cognitiva, reducción de la morbilidad cardiovascular, reducción de la prevalencia de diabetes tipo 2, reducción de los resultados adversos del embarazo y reducción de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y por todas las causas.

Además, resalta que los beneficios de los espacios verdes no se centran exclusivamente en los efectos en la salud poblacional, sino que aportan múltiples beneficios al mejorar otros factores ambientales que, a su vez, también inciden en la salud. Estos espacios pueden ayudar a abordar los impactos del cambio climático, como el efecto isla de calor urbano y las inundaciones. Los espacios verdes urbanos también pueden estabilizar las temperaturas urbanas y reducir los requisitos de energía para la calefacción y refrigeración de los edificios, reduciendo así las emisiones de gases de efecto invernadero.

ACCESO AL PERFIL AMBIENTAL DE EUSKADI 2023. SALUD Y MEDIO AMBIENTE