El IPCC advierte de que el cambio climático “amenaza el bienestar de la humanidad y la salud del planeta”
01/03/2022
El reciente informe del Grupo Intergubernamental de Personas Expertas sobre el Cambio Climático (IPCC) es claro: “El cambio climático es una amenaza para el bienestar de la humanidad y la salud del planeta”. El estudio publicado este 28 de febrero incide también en “las consecuencias de la inacción” y urge a tomar medidas.
Entre las conclusiones del estudio en el que participan personas expertas de 195 países, destaca que “en las próximas dos décadas, el planeta afrontará diversos peligros climáticos inevitables con un calentamiento global de 1,5 °C. Si se supera temporalmente este nivel de calentamiento, se generarán impactos graves adicionales, algunos de los cuales serán irreversibles. Se incrementarán los riesgos para la sociedad, en particular para la infraestructura y los asentamientos costeros de baja altitud”.
Ante esta situación, el informe pone de manifiesto “la necesidad de adoptar urgentemente medidas más ambiciosas de adaptación al cambio climático y, a la vez, lograr reducciones rápidas y pronunciadas de las emisiones de gases de efecto invernadero”. En este sentido, el informe detalla que “el aumento de olas de calor, sequías e inundaciones ya ha superado los umbrales de tolerancia de las plantas y los animales, y ha provocado la mortalidad en masa de diversas especies de árboles y corales” y además explica que “estos fenómenos meteorológicos extremos se dan de manera simultánea, lo cual genera impactos en cascada que resultan cada vez más difícil controlar”. Las consecuencias, según detalla el estudio, afectan a millones de personas que han quedado expuestas a una situación de inseguridad alimentaria e hídrica aguda, especialmente en África, Asia, América Central y del Sur, así como en islas pequeñas y el Ártico.
Proteger y fortalecer la naturaleza
Además, el informe del IPCC ofrece nuevas ideas sobre las posibilidades que brinda la naturaleza para reducir los riesgos climáticos y mejorar la vida de las personas. Hans-Otto Pörtner, copresidente del Grupo de Trabajo del IPCC, explica que “los ecosistemas sanos son más resilientes al cambio climático y prestan servicios indispensables para la vida, como el suministro de alimentos y agua limpia”, e insiste en que “al restaurar los ecosistemas degradados y conservar, con eficacia y equidad, entre el 30 % y el 50 % de los hábitats terrestres, marinos y de agua dulce, la sociedad puede beneficiarse de la capacidad de la naturaleza para absorber y almacenar carbono, y podemos acelerar los avances en la consecución del desarrollo sostenible, pero es fundamental contar con el apoyo financiero y político adecuado”.
Por ello, consideran indispensable que “los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil colaboren para priorizar la reducción de riesgos, así como la igualdad y la justicia en la adopción de decisiones y las inversiones”, como afirma Debra Roberts, Copresidenta del Grupo de Trabajo II del IPCC.
La importancia de las ciudades: puntos críticos y parte de la solución
Más de la mitad de la población mundial vive en las ciudades, por eso, según explica el informe, se convierten en puntos críticos en cuanto a su impacto en el cambio climático. “La salud, la vida y los medios de subsistencia de las personas, al igual que los bienes y las infraestructuras esenciales, incluidos los sistemas de energía y de transporte, se ven cada vez más perjudicados por los peligros derivados de las olas de calor, las tormentas, las sequías y las inundaciones, así como de los cambios de evolución lenta, por ejemplo, el aumento del nivel del mar”, detalla.
Pero, por otro lado, los expertos opinan que “las ciudades también brindan oportunidades para la acción climática: los edificios verdes, el suministro fiable de agua limpia y energías renovables, así como los sistemas de transporte sostenibles que conectan las zonas urbanas y rurales pueden contribuir a una sociedad más inclusiva y justa”.
Urban Klima 2050, el mayor proyecto de acción climática de Euskadi
LIFE IP Urban Klima 2050, el mayor proyecto de acción climática de Euskadi, ha comenzado ya a transformar el territorio vasco mediante la coordinación de un total de 40 acciones de mitigación y adaptación al cambio climático que se desarrollarán en el periodo 2019-2025, y podrán ser replicadas en otras áreas. La colaboración e implicación de todas las instituciones socias es clave en su objetivo de empoderar a la administración local y fomentar la participación ciudadana. Urban Klima 2050 está liderado por la sociedad pública Ihobe, del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, que trabaja junto a una veintena de entidades en tres niveles de intervención: cuencas de ríos, entornos urbanos y costas. Dotado con un presupuesto de 19,8 millones de euros, facilitará el despliegue efectivo de la Estrategia de Cambio Climático del País Vasco, KLIMA 2050 a escala urbana. En el marco del proyecto, entre otras muchas acciones, se desarrollarán proyectos piloto para la implementación de soluciones naturales a nivel municipal.