Día Mundial del Suelo: Urban Klima 2050 impulsa prácticas para la salud del suelo y la lucha contra el cambio climático
05/12/2024
Neiker y el Centro de Estudios Ambientales de Vitoria-Gasteiz (CEA) trabajan en la monitorización del contenido de carbono en el suelo y la restauración de paisajes degradados.
En el marco del Día Mundial del Suelo 2024, que este año resalta la importancia de medir, monitorear y gestionar los suelos, el proyecto LIFE IP Urban Klima 2050 quiere destacar las acciones que se están llevando a cabo en Euskadi para mejorar la salud de los suelos e incrementar su capacidad de mitigación del cambio climático. Para ello, contactamos con Óscar del Hierro Cerezo, investigador del Departamento de Conservación de Recursos Naturales de Neiker, y con Juan Vilela Lozano, ingeniero de montes y paisajista del CEA, para que nos hablen de su trabajo y de cómo a través de los proyectos piloto que lideran están contribuyendo a la temática elegida por Naciones Unidas para el Día Mundial del Suelo de este año.
Neiker: medición del carbono orgánico en el suelo
En el marco de Urban Klima 2050, Neiker lidera la toma de muestras de suelo para analizar el efecto que diferentes intervenciones de infraestructura verde tienen en el contenido de carbono del suelo. Óscar del Hierro Cerezo explica estas actuaciones y sus objetivos.
Pregunta: ¿Qué esperáis conseguir?
Respuesta: El objetivo a largo plazo es evaluar si las intervenciones contribuyen a mejorar/aumentar el contenido en carbono de los suelos. Se trata de incrementar el carbono orgánico del suelo, reduciendo la concentración de CO2 en la atmósfera y contribuyendo así a mitigar el cambio climático.
Actualmente, para cuantificar el carbono orgánico y su variación en los suelos existen diversas formas: la medición directa o a través de la modelización o la teledetección. En el marco del proyecto Urban Klima 2050 se ha optado por la medición directa, es decir, mediante muestreos de suelo en campo y posterior análisis de muestras en laboratorio. A pesar de que el método directo sea más convencional, nos va a permitir recoger la variabilidad espacial y temporal de los suelos; identificar a qué se deben los cambios en los stocks de carbono (por ejemplo, a las diferentes prácticas agronómicas o de gestión de los emplazamientos); cuantificar el CO2 atmosférico fijado en los suelos; y mejorar los diferentes modelos de estimación que se emplean actualmente, reduciendo la incertidumbre de los cálculos.
Pregunta: ¿Y cómo de importante es disponer de esa información?
Respuesta: Los resultados que se están obteniendo en el proyecto proporcionan una información muy valiosa para el establecimiento y validación de metodologías que permitan estimar los cambios en el stock de carbono atribuibles a la implementación de determinadas prácticas de gestión del suelo.
Desarrollar un método que combine adecuadamente la medición directa (muestreo) e indirecta de los suelos (modelos y teledetección) podría reducir el alto coste económico asociado al muestreo y a las analíticas, y reducir la incertidumbre en su cuantificación. Y es importante que todo ello se realice mediante un método transparente y robusto bajo la certificación y normas que se están estableciendo a escala de la Unión Europea (marco de certificación).
CEA: recuperación del entorno de Jundiz (Vitoria-Gasteiz)
En paralelo, el Centro de Estudios Ambientales de Vitoria-Gasteiz (CEA), en colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad, lidera la restauración del entorno del parque de Jundiz, uno de los emplazamientos en los que Neiker toma muestras de suelo antes y después de la intervención, y que había sido severamente degradado por vertidos incontrolados y compactación del suelo. Juan Vilela Lozano describe este proyecto.
Pregunta: ¿Qué problemas presentaba el entorno de Jundiz en lo relativo a sus suelos?
Respuesta: El entorno del polígono industrial de Jundiz presentaba un conjunto de espacios públicos abandonados que habían sido utilizados para rellenos de tierras y materiales inertes de construcción, degradándose posteriormente por vertidos superficiales incontrolados y actividades ilegales. El punto de partida eran unos paisajes fragmentados, dominados por la infraestructura gris y con sus valores patrimoniales, naturales e identitarios completamente mermados. Los suelos se encontraban en mal estado como consecuencia de numerosos impactos: compactación, pérdida de materia orgánica, contaminación por metales y compuestos orgánicos, etc.
Pregunta: ¿Y qué papel se quiere que jueguen los suelos del Parque de Jundiz en el futuro?
Respuesta: Tras un proceso paulatino de restauración, enfocado en primer lugar a recuperar la salud del suelo y sus funciones ecológicas, se estableció una nueva topografía y una infraestructura verde orientada a generar diversos servicios ecosistémicos. Los servicios que se priorizaron fueron la reducción del ruido (diques de tierra), el secuestro de carbono (tanto en suelo como en plantaciones) y la reducción de la contaminación (atmosférica y del propio suelo mediante parcelas de fitorremediación).
Todo ello ha contribuido a la lucha contra el cambio climático y a la recuperación de la calidad paisajística del entorno. A futuro, otros servicios se están viendo incrementados como el uso público -a través de la red de caminos implementada que comunica pueblos, el propio parque y la ciudad de Vitoria-Gasteiz- o la biodiversidad, por ejemplo, avifauna asociada a cultivos o anfibios que crían en las diversas charcas temporales creadas.
Urban Klima 2050: siete proyectos piloto
El proyecto LIFE IP Urban Klima 2050, a través de la Acción C.4.2 Infraestructura verde clave para la mejora de la conexión urbano-rural y la resiliencia del territorio, desarrolla siete proyectos piloto distribuidos en los tres territorios históricos que abarcan desde la restauración de suelos degradados hasta la clasificación de los suelos según su capacidad agrológica, y destacan la importancia de la infraestructura verde como herramienta clave en la resiliencia del territorio.
Más allá de los pilotos para la recuperación el espacio natural de Tonpoi en Bermeo, el fomento de la agricultura ecológica en el parque de Aramangelu/Basaldea de Vitoria-Gasteiz, o la restauración del monte Oberan de Donostia/San Sebastián con la plantación de especies autóctonas, Urban Klima 2050 despliega una acción transversal a todos ellos, a través de la que Neiker está tomando muestras de suelo de cada emplazamiento para analizar el efecto que dichas intervenciones tienen en el contenido de carbono del suelo.
Las acciones de Urban Klima 2050 no solo subrayan la importancia del suelo como recurso vital para la sostenibilidad del territorio, sino también como un elemento crucial en la lucha contra el cambio climático. El proyecto continúa avanzando en la medición y restauración del suelo como una estrategia esencial para la adaptación y mitigación climática, posicionando a Euskadi como un referente en la gestión sostenible del suelo.