Álava, expuesta a más sequías y lluvias intensas por el cambio climático

15/11/2024

Mari Mar Alonso, directora de Acción Climática de Ihobe, explica en Cadena SER Vitoria las actuaciones del proyecto LIFE IP Urban Klima 2050 de adaptación al cambio climático.

El cambio climático traerá importantes desafíos para Álava en los próximos años, según explicó Mari Mar Alonso, directora de Acción Climática de Ihobe, en una reciente intervención en Cadena SER Vitoria. Alonso destacó que Euskadi enfrenta cuatro amenazas climáticas principales: "el incremento de temperatura, que nos somete a olas e islas de calor; la sequía; la inundación fluvial, y una que no afecta a Álava pero que también es importante, que es la inundación costera".

Euskadi ya experimenta una tendencia al alza en las temperaturas. "A nivel global, tenemos un incremento de temperatura de 1ºC respecto al periodo de 1970-2000. Este incremento lleva a que aumenten indicadores como el número de días por encima de los 35ºC y las noches cálidas, afectando a nuestra calidad de vida y a nuestra salud", señaló Alonso. Sin embargo, existen escenarios con mayor incertidumbre, especialmente en cuanto a las precipitaciones. "Los escenarios climáticos indican una reducción de precipitaciones en torno al 15%, con un mayor descenso en verano, aunque estos escenarios presentan más incertidumbre".

La situación es particularmente preocupante en Álava, donde se observan patrones de sequía más intensos en comparación con otros territorios de Euskadi. "En Álava, el indicador máximo de días consecutivos secos es un 20% mayor que en Bizkaia y Gipuzkoa", explicó. A medida que avanza el cambio climático, las medidas de adaptación se vuelven esenciales y deben ajustarse a las especificidades de cada territorio. "Lo que estamos viendo es que las medidas de adaptación deben ser muy localizadas. No afecta igual una tromba de agua en una zona artificializada que en una naturalizada".

Tras los efectos de la DANA en Valencia, Alonso subrayó la importancia de fortalecer los sistemas de alerta temprana y la coordinación entre instituciones, así como de promover la concienciación ciudadana para enfrentar estos retos. "Las mejores medidas de adaptación son aquellas que refuerzan los sistemas de alerta temprana, la coordinación interinstitucional y la concienciación ciudadana".

El papel del proyecto LIFE IP Urban Klima 2050

En este contexto, el proyecto LIFE IP Urban Klima 2050, liderado por Ihobe, desempeña un papel crucial para la adaptación al cambio climático en Euskadi. "En Gasteiz, junto al Ayuntamiento y el Centro de Estudios Ambientales, estamos llevando a cabo soluciones basadas en la naturaleza, como la naturalización de espacios, para hacer las ciudades más permeables y mejorar el confort térmico de las zonas arboladas", explicó Alonso. Estas soluciones permiten recargar los acuíferos y preparar los entornos urbanos para eventos climáticos extremos. Por otro lado, de la mano de la Diputación Foral de Álava y URA, la Agencia Vasca del Agua, el proyecto también ha impulsado la regeneración de riberas en el río Nervión.

Según explicó Urban Klima 2050 “ha sido un motor para para desplegar la estrategia climática de Euskadi”. Además de las acciones en Vitoria-Gasteiz, se trabaja con los ayuntamientos de Bilbao, Donostia/San Sebastián y Bakio en más intervenciones, “en Bilbao con la modificación del plan general en Punta Zorrotza, en Donosti con energías renovables, o en Bakio con la creación de una marisma urbana, entre otras", detalló Alonso. Estas intervenciones permiten experimentar soluciones que puedan replicarse en otras áreas de la región para construir una Euskadi más resiliente.

La sociedad vasca, cada vez más consciente de los efectos del cambio climático

La concienciación de la ciudadanía frente al cambio climático es un pilar fundamental. Según el último Ecobarómetro de Clima y Energía, "en Euskadi nos preocupa y nos ocupa el cambio climático", destacó Alonso. La sociedad vasca es consciente de los impactos climáticos, como las olas de calor, el aumento del nivel del mar o la mayor frecuencia de inundaciones, y entiende la necesidad de corresponsabilidad en la adaptación al cambio climático. "Nos queda el reto de lograr un compromiso en la corresponsabilidad de la ciudadanía con pequeños gestos", concluyó.